Una Causa de Beatificación para una vida extraordinaria
Simona Tronci, una muchacha con perfume de Santidad
La Santidad no se niega a los jóvenes ni se reserva a religiosos, a sacerdotes o a las monjas. Lo demuestra la vida extraordinaria de Simona Tronci, muchacha muerta a 24 años, para la cual la Iglesia ha abierto, con la toma de posesión de un apropiado Tribunal, la Causa de Beatificación. "La Santidad es posible a todas las edades y en cada condición de vida", ha comentado el administrador apostólico de Cagliari, el Arzobispo Ottorino Alberti, desde hace 20 años miembro de la Congregación de los Santos, durante la ceremonia de apertura del proceso cognitivo, que tendrá que recoger los testimonios sobre la vida y las obras de Simona.
Aunque si es prematuro formular juicios, el optimismo del Postulador de la causa de beatificación de Padre Pio de Pietrelcina, el Padre Paolino Rossi, que ha aceptado la misma asignación para la joven de Cagliari, deja buenas esperanzas. De la lectura de los primeros documentos y de la biografía hay materia para un juicio de mérito positivo. Obviamente la palabra definitiva al término de la indagación diocesana. Me ha tocado – agrega el Capuchino – sobre todo el amor a la vida. De su existencia, Simona ha hecho una obra maestra ofreciéndola a Dios. La verdadera Santidad consiste en vivir de manera extraordinaria el ordinario.
Nacida el 13 de octubre de 1960, tercera de seis hijos de un matrimonio de cristianos practicantes, Simona condujo una vida normal: escuela, catecismo y deporte en su niñez y adolescencia; frecuentó con provecho el instituto clásico, terminándolo con puntuación de 55/60. Es juzgada por los profesores como una muchacha estudiosa, responsable t dotada de una vivaz inteligencia. A los 17 años se convierte en una de las principales animadoras del grupo Primavera de la Renovación Carismática Católica, formado inicialmente sobre todo por jóvenes. Era la animadora principal del grupo – recuerdan sus amigos cofundadores – sabía tocar la guitarra y cantar, y daba testimonio sin cesar de cuál herencia santa éramos partícipes y destinatarios. Simona fue para todos nosotros una maestra en la oración, cuya intensidad te llevaba a ensimismarte en Dios.
Una muchacha normal, que hace deporte y tiene un novio al cual quiere mucho. Sobre este tema, en su diario se lee: Hazme Señor, hacerle entender cuánto lo amo; háblale a su corazón para que lo sepa. Sólo Tú puedes mantenernos unidos, si quieres, o separarnos. Pero Te pido una cosa: guíame en mis actos para no errar..
Un día, en 1983, mientras frecuentaba con éxito la Pontificia Facultad de Teología de Cerdeña (una de las primeras mujeres de la isla) hace irrupción la enfermedad: un tumor que en el paso de un año la consumió toda. El drama estuvo sólo en el cuerpo, porque su espíritu cantaba. Siento que dentro de mí la vida se me renueva – escribe en su diario – escucho un cierto coraje que me fortalece, una nueva fe que me consuela, una nueva alegría que me hace testimonio incansable. Muere el 18 de abril de 1984, Miércoles Santo.
El otro aspecto que golpea en Simona – agrega el Postulador, Padre Paolino Rossi – es su forma de vivir el sufrimiento. Cuando nos ponemos malos, en general entristecemos o, quizás, nos hacemos poco sociables, nos cerramos en nosotros mismos. Sin embargo ella ha pensado a los demás, ha manifestado sus atenciones y su amor al prójimo, hasta el punto de definir el sufrimiento ascensor para ir al paraíso. Por último, otra muestra importante de santidad es dejar detrás de sí trazas vocacionales. La vida de Simona – concluye Padre Rossi – ha generado varias vocaciones sacerdotales y religiosas.
El tribunal diocesano está formado por dos abogados, los sacerdotes Gesuino Prost y Gianfranco Zuncheddu, por el promotor de justicia, por el vicario general de la Diócesis, Gianni Spiga y por dos notarios: Dante Usai y Luca Venturelli. El Postulador se sirve de la colaboración de dos vice postuladores: Giovanni Delogu (Diócesis de Nuoro) y del Capuchino Padre Beppe Pireddu.
Mario Girau, La Nuova Sardegna, 25 de agosto de 2003