Memoria de Simonetta
Alumna de nuestra facultad: una vida en la unión con Dios
La copertina del notiziario
Hace ocho años, el 18 de abril de 1984 Miércoles Santo, moría en Cagliari Simonetta Tronci. Rica de un profundo amor por la vida y de un Espíritu vivaz y alegre, es aún hoy viva y presente dentro de su familia y de los ambientes que la vieron amiga y protagonista. Para recordar el camino humano y cristiano de Simonetta y para hacer conocer a muchos las calidades espirituales de una muchacha capaz de un diálogo profundo con su Señor, el Padre Clemente Pilloni, el Capuchino Religioso y Vice Postulador de la causa de beatificación de Fray Nicola da Gesturi, ha publicado una breve biografía.
Enamoradísima de Jesús es el título dado por el Padre Clemente a la breve historia de algunos momentos fundamentales de la vida de Simona. Más que una simple historia, el trabajo del Padre Clemente es la nueva proposición de cuánto Simona ha vivido y ha escrito en los años de la alegría y del dolor: en el período en el cual comienza a frecuentar la Asociación Primavera de la Renovación Carismática y en aquellos en los cuales se encuentra forzada a estar en la cama por el terrible mal que consumirá sus 23 años.
Simonetta es la tercera de seis hijos. Después de haber frecuentado el instituto clásico, decide inscribirse en Derecho. Después de pocos meses se da cuenta que su deseo más profundo era aquello de conocer y profundizar mejor aquello que se refería a su fe. Junto con su amiga Sandra, decide entonces inscribirse a la Pontificia Facultad de Teología de Cerdeña. Frecuenta los primeros tres años, superando con éxito los exámenes, pero entonces es forzada por la enfermedad a dejarlos en enero de 1983. La vida de Simona es rica de un íntimo diálogo con Dios para conocer y actuar de la mejor manera posible Su voluntad.
Simonetta de hecho vive simplemente y normalmente su relación con Dios y con los hermanos y hermanas. Está prometida, tiene amigos y amigas, vive una experiencia de intensa atención a aquello que enseña el Espíritu Santo con su grupo carismático. El aspecto más obvio de su amor progresivo a Jesús y de su camino de unión con su voluntad se refleja sobre todo con las palabras y con la manera con la cual ha sabido hacer frente a la prueba de la enfermedad.
Siento que dentro de mí la vida se renueva, escucho un cierto coraje que me fortalece, una nueva fe que me consuela, una nueva alegría que me hace testimonio incansable.
Es esta su forma de contestar a la común llamada bautismal a la santidad. Simonetta daba gracias a Dios por todo, también por los sufrimientos que ofrecía por los demás. El rezo no fue para ella sólo refugio o desahogo. Fue sobre todo íntima relación con su Jesús al Cual ofrecía el tiempo y las actividades, el afecto y la vida misma. Mi Señor – escribía Simonetta – mi verdadero amigo, mi vida Te pertenece. Mi Dios, Tú me has creado. Papá, si es mejor para mí y la salvación de mis hermanos, cúrame. Pero si mi servicio tuviera que haber acabado, y es la fuente de salvación para mí y los hermanos, mi familia, que me lleves, mi buen Jesús, hágase Tu voluntad.
Simonetta era también una muchacha que supo hacer del talento musical un don para Dios y los otros. También en el momento del dolor su Espíritu, si no su cuerpo, cantaba a Dios. Es en el escuchar Tu palabra donde descubrimos la guía para nuestro día... no sé qué Quieres Jesús, pero seguro Tú deseas lo mejor. Yo ahora no puedo más que ofrecerte mi dolor, mi cansancio, mi vida, para el bien de mis hermanos..
Su diario se concluye con la palabra amén: es esta la señal más viva, todavía hoy luminosa de su vida, de su ejemplo, de su alegría de vivir y de decir sí a Dios.
Para nosotros, para los que entonces la conocieron y para aquellos que empiezan a conocerla ahora, queda el deseo de continuar aprendiendo de ella el gran camino de amor y de obediencia a Dios, secreto de la unión verdadera con Él.
Massimo Pettinau, Notiziario della Pontificia Facoltà Teologica della Sardegna, junio de 1992
Le pagine 11 e 12 del notiziario