Canta Canta Canta

Una cinta de música dedicada a Simona Tronci

"Componer canciones a ti Señor, es poner la oración en los labios, en el corazón de los hermanos. Dame la capacidad de componer canciones que hagan alabar y orar a mis hermanos; el mundo necesita sentir cantar, aclamar, debe volver a descubrir que hay un Dios, un Dios de Amor que te llama a la alegría."

Es con estas palabras, que dedicamos nueva cinta de música CANTA CANTA CANTA a Simona Tronci, la joven hermana de Cagliari, que ha dedicado al Señor la mayor parte de su corta pero intensa vida, a través del don de la canción.

Muchos de ustedes no la han conocido, pero quién ha tenido esta fortuna, o el regalo de vivir cercano, sabe que esto que estoy escribiendo no es una exageración. Quién ha participado el verano pasado a la IVª semana de la canción, puede confirmarlo: Simona ha sido verdaderamente un regalo de Dios, y lo es todavía.

A través del testimonio ofrecido por los hermanos de Cagliari, por medio de una audio visión dedicada a ella, hemos conocido a esta hermana, su conversión, su vida en el Espíritu y a los hermanos con el don de la canción.

Entonces, repentinamente, la enfermedad; el largo calvario entre las curaciones y los hospitales y al su última y más bonita canción: la vida ofrecida a Dios, así, sin rebelión ni arrepentimientos sino como la cuerda de un instrumento musical que a través de las manos expertas de su maestro se hace estirar dócilmente, hasta conseguir la nota justa, para poder tocar así su melodía eterna.

Y por lo tanto para Simona, hemos querido llamar la nueva cinta de música CANTA CANTA CANTA, que es exactamente el título de una de sus canciones. Una canción simple, de fácil oído, que todos pueden aprender con la facilidad, y que resume el contenido de toda la cinta, adaptado a los requisitos de las asambleas de oración y, para las palabras de San Basilio: Quién canta se renueva…, en armonía también con el tema de esta convocación: El Espíritu Santo renueva la Iglesia.

Debemos aprender de aquello que hermanos y hermanas como Simona han entendido, y esto es, que el mundo tiene necesidad de sentir elogiar, sentir cantar, sentir decir que existe un único y verdadero Dios que nos ama, que para nosotros ha muerto y resucitado. Y este Dios no es un ser utópico, que está quién sabe dónde, sino que está entre nosotros, cerca de nosotros, y espera un nuestro sí para hacernos suyos en la eternidad.

El mundo tiene necesidad de sentírselo decir, porque lo ha olvidado, y el pueblo de Dios se ha dispersado en este mundo, engañándose con que el mundo en el que vive sea la única verdad que cuenta, no comprendiendo sin embargo, que la verdad es sólo Él.

Por esto invocamos al Padre, que mande su Espíritu Santo sobre este mundo y que anime a Sus hijos, para que recuerden aquello que en ellos se ha adormecido. Por esto invocamos a Su Santo Espíritu, para que nos llene de alegría y que esta alegría atraviese todo nuestro ser con alabanza y canto, himnos y danzas: todos alaben el nombre del Señor, porque altísimo es sólo Su nombre. Su Majestad se alza en la tierra y en los cielos, y Él hace crecer la fuerza de Su pueblo. La alabanza se concede a todos sus fieles, a los hijos de Israel, al pueblo que Le es cercano (Salmo 148).

No nos avergoncemos de proclamar el Amor, que Cristo nos da sin parar, colmando nuestros corazones de su alegría; no seamos egoístas, alcemos las manos y alabemos porque sólo Él es digno.

Dedicamos así CANTA CANTA CANTA a todas aquellas Simonas, de quien nadie sabe, silenciosas armonías que, ocultadas en la humildad del anonimato, suben apreciadas por Dios.

Corale Nazionale del R.n.S., Rinnovamento nello Spirito, aprile 1986